A lo largo de los años no faltaron vericuetos ni atajos para llevarme una y otra vez a la docencia y formación de adultos. Sería exagerado decir que ha sido vocacional, no, más bien circunstancias a menudo afortunadas.
En una “vida anterior” fui formador en Recursos Humanos para un público de desempleados y ejecutivos. Después ya pasé a animar clases y talleres que versaban sobre cine en distintos países (España, Portugal, Francia, Estados Unidos, Colombia, Bolivia, Perú y Panamá) y para audiencias dispares, desde alumnos de institutos hasta profesionales del cine pasando por estudiantes de cine e indígenas acostumbrados a dirigir documentales que deseaban escribir ficción.
A modo de ejemplo, a partir de 2008 di clases sobre cine a más de tres mil alumnos del Liceo francés de Madrid, acerca de unos quince contenidos diferentes, y colaboré con casi cuarenta profesores.
En más de una ocasión he animado talleres de escritura o reescritura de guión y Proimágenes de Colombia me ha propuesto ser tutor internacional de guión para cuatro proyectos recompensados en 2014 por el FDC (Fondo de Desarrollo a la Cinematografía). En este caso la labor consiste en asesorar a los guionistas para que descubran qué historia realmente quieren y pueden contar, que elijan una forma dramática personal y la potencien. Y a lo largo de los años he leído centenares de guiones de largometrajes de ficción.
En lo que se refiere a la coordinación de actividades culturales diré que diseñé la retrospectiva dedicada al cine español en el festival Premiers Plans de Angers, un ciclo de 25 películas en el Museo de Arte moderno de Bogotá sobre la escritura de guión y un ciclo de 50 películas que versan sobre la melancolía en Filmoteca española.